Fabricado a mano con el material tradicional de la arcilla, este jarrón de la colección Eichholtz Reine tiene una silueta clásica inspirada en los jarrones griegos conocidos como "stamnos", es decir, con un cuello corto y una panza alta. A diferencia de su antecesor, que se utilizaba para guardar el vino, el modelo Reine no tiene asas laterales, ya que sólo se utiliza para decorar y adornar su hogar. De tamaño generoso, sin ser extravagante, este jarrón pesa 18 kg y tiene 54 cm de altura. Aportará un toque auténticamente artesanal y natural a su interior con su acabado blanqueado y su superficie relativamente rugosa, es decir, sin pulir. Por supuesto, puede utilizarlo para complementar un diseño interior de estilo campestre o shabby-chic, pero también puede aprovechar su capacidad para representar un ornamento natural, artesanal y romántico para aportar un toque de sensibilidad a un mundo demasiado orientado al diseño, por ejemplo. Eichholtz ofrece varios jarrones con las mismas características de acabado, incluso modelos más grandes, para que pueda crear composiciones ricas y originales combinando modelos de diferentes formas y tamaños.
El blanco es un color tranquilizador, brillante y zen. Si bien no es recomendable crear un ambiente decorativo compuesto enteramente por elementos blancos, saber incorporar algunos elementos blancos a su entorno puede aportar un toque original y muy positivo a su habitación, gracias a su imagen de pureza universal y a su excepcional luminosidad por definición. El blanco es intemporal y combina magníficamente con las nuevas tendencias, como el minimalismo, el estilo escandinavo y el diseño. Cuando se utiliza en las paredes, este color amplía visualmente el espacio, añade luminosidad al no absorber la luz y realza los colores, texturas y materiales circundantes con los que no compite. Fresco, refinado, urbano, el blanco puede armonizar con la madera, la tela, el metal, el ratán, el mármol, es claramente el color básico más universal. Eichholtz aprovecha la belleza inmanente del color blanco para ofrecernos numerosos objetos, a menudo de gran tamaño, que en este color aportan todo su simbolismo y frescura a nuestros interiores.