Lámpara de sobremesa Cadogan de Eichholtz
Eichholtz es una marca icónica cuyo estilo es fácilmente reconocible gracias a la particular experiencia de diseño que han desarrollado los diseñadores de la marca. Esta lámpara de sobremesa lo refleja a la perfección con su extraordinaria y aparentemente evidente maestría a la hora de aportar un toque arquitectónico ultramoderno a una lámpara, y al mismo tiempo casar los materiales con magníficos acabados, en este caso de latón dorado cepillado para el eje central de la doble columna, de cristal para su gruesa placa de cristal cuadrada que hace de base bajo el pie y de terciopelo gris. para su una suntuosa pantalla paralelepipédica de esquinas redondeadas. El secreto está en conseguir, a través de elementos y acabados heterogéneos, dotar a cada creación de una personalidad asertiva y de una gran coherencia, como es el caso de esta gran lámpara de salón con un estilo de diseño contemporáneo. Esta forma de concebir la iluminación permite a Eichholtz dotar a su habitación de una identidad que se distinguirá de cualquier otra y que expresará la importancia de la estética, el lujo y el prestigio para usted.
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Lámparas de mesa y de escritorio Eichholtz de estilo Diseño
Lámparas de mesa y de escritorio Eichholtz con Acabado latón cepillado
Productos Eichholtz | Acabado latón cepillado
Los muebles en acabado de latón cepillado tienen la belleza cálida, suave y satinada del latón sin el "exceso de chic" de los acabados dorados y brillantes. Tiene el espíritu del metal sin la frialdad, la belleza del oro sin su intensa brillantez, el espíritu del acero inoxidable pero con un ligero efecto de textura matizada. El latón dorado cepillado combina a la perfección con el negro, armoniza perfectamente con el mármol y el alabastro, sugiere un lujo silencioso, que no necesita expresar que es lujoso para serlo de verdad. Esto lo hace más intemporal que el latón antiguo, que tiende a connotar elementos con un aire vintage. El latón cepillado puede utilizarse para revestir grandes superficies, como las bases de sillones y sofás, los pies de lámparas y los marcos de espejos, siempre con la belleza y la discreción que lo caracterizan y que le permiten integrarse en la mayoría de los ambientes sin distorsionarlos y, por el contrario, realzándolos.
