» Un taburete heredado de la cultura Pop-Art de los años 60

A principios de la década de 1960 nació una nueva era de la cultura pop, que no sólo se refería a la música, sino también a una contracultura gráfica llamada Pop Art. Este término es una contradicción, ya que "pop" significa popular y "arte" significa artístico en el sentido noble y original de la palabra. De este movimiento nacieron numerosas obras iconográficas con temas y sensibilidades que tendrían un impacto duradero, sobre todo en nuestros ambientes decorativos y en el mobiliario. Este taburete icónico, reeditado por Eichholtz y dotado de todas las cualidades de un producto digno de esta marca, es una expresión de la reminiscencia de este espíritu Pop Art, es un taburete que se encontraba en la época y durante muchos años después en la mayoría de las discotecas y clubes nocturnos, donde permitía sentarse alrededor de mesas de café circulares, adaptando el número de taburetes al número de personas presentes alrededor de la mesa.

» El terciopelo gris, una opción moderna y elegante

Cuando se trata de sofás, sillones, sillas y taburetes, la elección del terciopelo gris en una versión relativamente oscura, como el tejido gris marsopa Roche de Eichholtz, es una apuesta segura en el sentido de que es un color neutro que puede combinarse con todo tipo de ambientes, También es un color que se puede calificar de intemporal y, por tanto, no pasará de moda, y no es un detalle, un color que no se ensucia demasiado rápido, algo que hay que tener en cuenta ante todo si tiene niños o animales en casa. El terciopelo es suave y duradero gracias a su tupido pelo, a la vez que absorbe la luz con sutiles reflejos que lo convierten en un tejido lujoso. La tela de terciopelo que recubre este taburete Pall Mall en su versión gris es de poliéster 100%, un tejido sintético apreciado por su resistencia al desgaste y su facilidad de mantenimiento.

» Minimalista pero versátil: es a la vez un taburete, un puf, un reposapiés

El taburete cilíndrico minimalista Pall Mall de Eichholtz no es sólo un taburete para su salón, sino también un precioso puf, o, si lo necesita después de un largo día de trabajo, un reposapiés frente a su sillón o sofá o un encantador asiento en su dormitorio, donde también puede colocarse frente a su tocador. Su diseño minimalista lo convierte también en un atractivo objeto ornamental y en una agradable invitación a sentarse para un merecido descanso. En este sentido, es especialmente versátil en cuanto a sus usos y capaz de dar servicio a cualquier estancia en la que se instale.