Un conjunto de dos licoreras y cuatro vasos, hechos a mano en cristal K9, con un estilo gráfico y artístico muy original y acertado. Las dos licoreras parecen frascos de perfume de lujo, con un diseño en el que las líneas rectas y los ángulos parecen haber sido descartados, sin haber dado paso a las formas redondas. El diseñador ha utilizado la plasticidad del vidrio soplado para "retorcer" literalmente tanto las botellas como los vasos en una geometría totalmente inusual y magníficamente artística. Estos accesorios, normalmente elegantes pero inertes, parecen cobrar vida y estar dotados de movimiento, como los objetos que cobran vida en las producciones de Walt Disney o Pixar. La transparencia pura del cristal K9, que no contiene plomo, añade un toque extra de elegancia y ligereza, haciendo de éste un conjunto que le encantará presentar a sus amigos, cómodamente sentados alrededor de su mesa de café. Práctico, atrevido, artístico y singularmente elegante, Eichholtz presenta un conjunto que también es una gran idea para un regalo lujoso y encantador.
Desde el antiguo Egipto, el vidrio ha fascinado a la gente por su transparencia, especialmente en el caso del vidrio fabricado por artesanos sopladores de vidrio. Estos calientan una bola de vidrio en el extremo de una caña, soplan en ella para que se hinche, mientras la hacen girar y le dan diversas formas con herramientas. El vidrio puede trabajarse a temperaturas muy altas, como el metal, y luego se vuelve muy duro y quebradizo cuando se enfría. Tanto si se trata de cristal como de vidrio hecho a mano, Eichholtz ha asumido este saber hacer colaborando con los mejores talleres de vidrio para ofrecernos luminarias y objetos decorativos magníficamente realizados en vidrio y cristal claro, es decir, transparentes.