Muy sorprendente por su belleza y originalidad, esta lámpara de pared parece estar hecha de finos palos de hielo, dispuestos verticalmente, de forma casi aleatoria y formando dos paredes convexas superpuestas, siendo la de arriba más grande. La textura que propone el vidrio fundido y hábilmente tintado recuerda a los flujos de agua congelados, a la manera de los ventisqueros trogloditas que pueden aparecer como finas estalagtitas irregulares contra ciertas paredes. Estos elementos de cristal ocultan completamente el marco de latón dorado y la jaula perfilada donde se instalan las tres bombillas. Cuando están encendidas, las bombillas emiten una rica luz cuyo tonos cálidos son amplificados por el latón dorado, haciendo que el color de los elementos de vidrio fundido cambie drásticamente. La parte superior convexa del vidrio adquiere colores y un reflejos dorados, mientras que la parte inferior permanece de color gris plateado. Esta particular capacidad de este vidrio para cambiar de color, pasando de una apariencia totalmente fría a otra, por el contrario, extravagante y cálida, recuerda a las bellas creaciones del estilo Art Déco, en las que los diseñadores adoraban utilizar las capacidades estéticas y particulares de los materiales, hasta el punto de sublimarlas y convertir sus creaciones en artísticas.
Eichholtz vuelve a combinar la elegancia y la sofisticación al servicio de la comodidad y de la calidad para ofrecernos una nueva incorporación a su catálogo para la temporada primavera/verano 2022, con la llegada de nada menos que 300 novedades excepcionales. Como siempre, los diseñadores de Eichholtz van más allá de sus expectativas en términos de originalidad y diseño, pero como en cada temporada, consiguen encontrar o diseñar el mueble, la luz o el objeto ornamental que le permitirá dar un nuevo impulso al placer de estar en su casa o de recibir a sus amigos en ella.