Inspirada en los apliques futuristas de las lámparas de los años sesenta, la lámpara colgante Spiridon rebosa de atractivo Mid Century moderno. La lámpara tiene un sofisticado acabado de latón envejecido y cada pantalla está formada por dos medias esferas de vidrio blanco con un hueco entre ellas. Esta araña es sorprendente en más de un sentido. Retoma las formas y el estilo de las luces futuristas de los años 20 y 60, donde se utilizaban los materiales más bellos para crear las siluetas y formas más elaboradas y de diseño. Mantiene con el tiempo pasado todo su esplendor y tendrá lugar con brío en el centro de su sala de estar, en un gran dormitorio o en un gran salón. La estructura metálica con un acabado de latón dorado antiguo se compone de un eje central del que salen dos arcos que forman cuatro brazos sobre los que se colocan 4 esferas o, más exactamente, 4 pares de medias esferas. En efecto, cada esfera se descompone en dos medias esferas, cada una de las cuales se encuentra a pocos centímetros de la otra. La parte central forma un "ecuador" magníficamente subrayado por la presencia de discos de latón dorado que bordean sus circunferencias. Se trata de un ejemplo perfecto de la sofisticación geométrica y de volumen que utilizan los diseñadores para crear una iluminación extraordinaria y hechizante. La iluminación se realiza a través de pantallas semiesféricas de cristal blanco, con un total de nada menos que 16 fuentes de luz que proporcionan una iluminación potente y uniforme, agradablemente atenuada por el cristal semiopaco. Esta araña forma parte de una completa colección de luminarias de Eichholtz sobre el mismo tema, lo que permite crear un magnífico efecto de estilo en la misma habitación.