Estos tres candelabros con fustes de cristal K9 tienen forma de columnas cuadradas con bordes biselados, con una base y una parte superior ensanchadas que les dan la apariencia de antorchas de ultra diseño. Con tres alturas diferentes, forman un conjunto de adornos hermoso, prestigioso y esbelto. La claridad del cristal K9 realza la belleza de los adornos de níquel de plata pulida de una manera lujosa y genuinamente pura. La parte superior de la columna, que hace de capitel, tiene forma de prisma con base trapezoidal, cuyas líneas perfectas confirman el espíritu de diseño de estos candelabros. La base, en cambio, está diseñada de forma más convencional en forma de cuadrado con una ligera elevación y sobre todo una superficie perfectamente pulida en la que se refleja el largo fuste de cristal que soporta. El cristal K9 se utiliza aquí con gran efecto, tanto por su pureza como por su densidad y cualidades ópticas, lo que permite a Eichholtz ofrecer tres candelabros excepcionales que aportarán un toque extra de belleza de diseño y pureza cristalina a su salón. Las tres alturas de estos tres candelabros son de 30 cm, 43 cm y 57 cm respectivamente.
Desde el antiguo Egipto, el vidrio ha fascinado a la gente por su transparencia, especialmente en el caso del vidrio fabricado por artesanos sopladores de vidrio. Estos calientan una bola de vidrio en el extremo de una caña, soplan en ella para que se hinche, mientras la hacen girar y le dan diversas formas con herramientas. El vidrio puede trabajarse a temperaturas muy altas, como el metal, y luego se vuelve muy duro y quebradizo cuando se enfría. Tanto si se trata de cristal como de vidrio hecho a mano, Eichholtz ha asumido este saber hacer colaborando con los mejores talleres de vidrio para ofrecernos luminarias y objetos decorativos magníficamente realizados en vidrio y cristal claro, es decir, transparentes.