Cuando hablamos de cristal y candelabros, inevitablemente nos imaginamos modelos muy clásicos y antiguos adornados con colgantes y otros amuletos, objetos del pasado y destinados a completar mundos decorativos antiguos o, en el mejor de los casos, vintages. Esta serie de tres candelabros de Eichhotlz reinventa el uso del cristal al presentarnos tres objetos enteramente fabricados con este precioso y lujoso material, el cristal K9, también conocido como vidrio óptico porque se utiliza en la fabricación de lentes para cámaras o células láser, gracias a su pureza y alta densidad, se emplea aquí como un mineral sólido que ha sido esculpido y cortado para obtener el objeto deseado. Esculpir y pulir un material tan denso y duro es un reto tan grande como la tarea del joyero de tallar un diamante, es un verdadero trabajo de orfebre. Estos tres candelabros son, por tanto, tres hermosas piezas de ornamentación por su belleza, su material y la calidad y el cuidado de su diseño. Expresan toda la belleza de su aspecto cristalino cuando se encuentran en un entorno con ricos colores, materiales y texturas y no cuando se presentan sobre un fondo blanco en Internet. Mucho más preciosos en persona que en las fotografías, su suntuosidad procede directamente de la pureza del cristal que los compone y que vibra con efectos de luminosidad y refracción cuando se observan de cerca o en movimiento. Estos tres candelabros se distinguen también por el aspecto estilizado de sus fustes, que se inspiran en los tallos de bambú con nudos regulares que les dan un aspecto segmentado. El cristal K9 es un material muy denso y cada candelabro es lo suficientemente pesado como para permanecer perfectamente estable sobre su base, cuya forma de trompeta es retomada de forma invertida por las bobeches en las que se instalan las velas. Los elementos de adorno de cristal macizo y translúcido, aunque se inspiran en objetos antiguos o elementos naturales, no son tan típicos como sus modelos y tienen un aura intemporal que les permite ocupar su lugar con brillo y prestigio en ambientes antiguos, clásicos, vintage, modernos, contemporáneos o de diseño. Son, por tanto, una idea de regalo prestigiosa y lujosa, que siempre estará en perfecta armonía con la habitación en la que se instalarán.
Desde el antiguo Egipto, el vidrio ha fascinado a la gente por su transparencia, especialmente en el caso del vidrio fabricado por artesanos sopladores de vidrio. Estos calientan una bola de vidrio en el extremo de una caña, soplan en ella para que se hinche, mientras la hacen girar y le dan diversas formas con herramientas. El vidrio puede trabajarse a temperaturas muy altas, como el metal, y luego se vuelve muy duro y quebradizo cuando se enfría. Tanto si se trata de cristal como de vidrio hecho a mano, Eichholtz ha asumido este saber hacer colaborando con los mejores talleres de vidrio para ofrecernos luminarias y objetos decorativos magníficamente realizados en vidrio y cristal claro, es decir, transparentes.