Hermoso cuenco plano plateado, redondo y cóncavo, que descansa sobre un pie en forma de serpiente tallado en latón plateado, grabado de forma muy detallada, instalado sobre una base cuadrada de granito negro. La fina estatuilla que representa una serpiente enroscada recuerda a un caduceo médico, al menos desde el punto de vista gráfico. Aparte de eso, el reptil sorprende por la calidad y la precisión del cincelado del latón, que lleva el detalle hasta el punto de reproducir las escamas del animal de forma cuidadosa y compleja, ya que siguen fielmente el cuerpo del animal que se retuerce sobre sí mismo. El acabado fino y muy pulido de la parte superior cóncava de plata es también una ventaja añadida, ya que el animal se refleja fielmente en esta superficie perfecta, como un espejo. El uso de un bloque de granito negro lo transforma en una especie de trofeo de lujo, a medio camino entre un objeto decorativo y una pieza de joyería para exponer en un escaparate. La serpiente es un animal que representa la fuerza de la vida y, por tanto, simboliza la curación, de ahí su presencia en el caduceo, ya mencionado, que se debe al dios griego de la medicina, Asclepio. Por supuesto, la serpiente también es un animal astuto que se sabe que engañó a Eva, la primera mujer concebida por Dios, pero utilizar esta bandeja para servir manzanas podría interpretarse como una provocación insidiosa. No obstante, haciendo caso omiso de las interpretaciones, podemos considerar sencillamente que esta creación firmada por Eichholtz es un objeto decorativo de gran clase, que le complacerá utilizar o simplemente instalar sobre el tablero de consola, para el placer de los ojos.