Sillón y otomana Nautilus de Eichholtz

A primera vista, uno podría pensar que Eichholtz ha decidido reinventar el icónico sillón Eames, pero aunque su silueta pueda sugerirlo, las similitudes terminan ahí, ya que el Nautilus es visualmente mucho más estilizado y elegante, digamos que más aerodinámico. Le encantará este binomio de silla y reposapiés no sólo por su encanto estilístico, sino también por su incomparable confort. Chic, moderna y elegante, la butaca tiene un respaldo muy alto, un asiento profundo y reposabrazos de diseño curvo y puro. La otomana que la acompaña se inspira en el diseño del sillón para crear un conjunto estético. Cada pieza, ya sea el sillón o el reposapiés, tiene una base de cuatro patas para una perfecta estabilidad, y el sillón también puede girar. La tapicería elegida por Eichholtz es de terciopelo de color topo, un color relativamente desaturado que realza perfectamente el aspecto satinado del terciopelo y da al conjunto una sensación suave y vintage. Todos los elementos están generosamente rellenos de espuma de alta densidad y alta resiliencia que ofrece tanto un excelente confort como una perfecta resistencia al peso. El respaldo está marcado por profundas costuras horizontales que lo dividen en tres hermosos cojines superpuestos.  También apreciará el ribete cosido en los bordes, todo un ejemplo de un trabajo de tapicería impecable. Original, pero inspirado en el estilo vanguardista de los años 70, y sobre todo diseñado y fabricado de forma moderna con el máximo cuidado y los mejores materiales, el sillón Nautilus de Eichholtz se convertirá rápidamente en un mueble del que no querrá prescindir.