Instalado en una discreta base circular con acabado de latón dorado cepillado, este sillón está equipado con un sistema de giro tan disimulado como eficaz. La forma circular se inspira en la corola de una gran flor, con un cómodo cojín central de asiento y elementos cosidos verticalmente que parecen formar otros tantos pétalos. Esta segmentación visual vertical dibuja el respaldo y los reposabrazos de forma suave y original, de forma curva y progresiva. La tapicería elegida por Eichholtz completa este efecto de suavidad, ya que se trata de un tejido de bucles con un acabado crema claro, con una representación visual y un tacto similares a los de la felpa. El sillón Inger, un verdadero "asiento de amor", como los sillones Papasan, con un estilo tomado de los diseñadores de vanguardia de los años 70, es también un modelo de comodidad y robustez. Estos atributos se consiguen gracias al uso de un armazón de pino sobre el que se coloca una malla de muelles metálicos en zigzag, complementada con un relleno de espuma de alta densidad y resistencia. Moderno, fresco y original con su acabado "lanudo", este sillón, enteramente diseñado para el confort y la relajación, ocupará un lugar de honor en su salón o se instalará con originalidad en su dormitorio.