Vestidas con un tejido rosa viejo, o rosa encarnado, es decir, un rosa muy pálido e incluso algo desaturado, estas dos sillas tienen un estilo retro actualizado por el uso de una estructura metálica tubular negra de soporte que forma las cuatro patas, actuando como separadores laterales y envolviendo el asiento y el respaldo de forma discreta pero eficaz. Esta combinación de estilos retro y contemporáneo hace que esta silla sea un mueble relativamente atemporal que encaja tanto en un entorno vintage y retro como en uno moderno y contemporáneo, incluso de diseño. La geometría de la silueta está suavemente perfilada gracias al respaldo redondeado y a su perfil ligeramente cóncavo que, a la vez que mejora su comodidad, le da una forma curvada y envolvente. El asiento tiene un grueso cojín, recto por delante y redondeado por detrás. El borde del asiento, al igual que el del respaldo, está adornado con un ribete tono sobre tono, que afina la silueta de la silla a la vez que le aporta robustez. La estructura de metal negro, con su geometría equilibrada y su construcción reforzada, hace de esta silla un mueble especialmente robusto que durará años. Apreciará tanto visualmente como táctilmente el suave tacto de terciopelo de la tela de tapicería rosa encarnada que realza magníficamente las curvas icónicas de esta hermosa silla. La ausencia de brazos hace que esta silla sea de uso casi universal, independientemente del tipo de mesa de comedor que tenga. Su alto nivel de confort también le permite utilizarla como silla ocasional en el salón o el dormitorio. Desde el punto de vista "profesional", también estas sillas serán apreciadas por sus visitantes o clientes si las instala en una sala de espera o alrededor de una mesa grande en una sala de reuniones. Lujosas, atractivas, confortables, con carácter y estilo, estas sillas Eichholtz lo tienen todo para convencerle.