Inspirado directamente en lo que se llamaba en la antigua marina el "transmisor de órdenes", es decir, una palanca que permitía desde la cabina de mando transmitir a la sala de máquinas las órdenes de propulsión. Está marcado desde "¡a toda velocidad hacia adelante!" hasta "¡a toda velocidad hacia atrás! ", con diferentes grados de aceleración o desaceleración, y el centro suele corresponder a la posición de parada. Al accionar la palanca, el comandante hace sonar una campana en la sala de máquinas, donde el oficial de máquinas debe confirmar y luego aplicar la orden recibida. Este aparato también se llamaba Chadburn, por asociación con el nombre del mayor fabricante del mundo, marca que se encuentra en este reloj de Eichholtz, el cual se ha inspirado en este legendario "control de crucero", a veces muy lujoso, con un acabado de latón digno de los mejores instrumentos de navegación, para ofrecernos un reloj de sobremesa con un bonito acabado cromado. Este reloj se apoya en una base cruadrada y adopta también la silueta de un foco marino que puede girar y está equipado con multitud de ajustes y tornillos de sujeción, como un instrumento de precisión. Equipado con un fino parasol circular, instalado en un aro basculante invertido, provisto de palancas de ajuste y de multitud de tuercas y tornillos, este reloj de sobremesa es un auténtico objeto de lujo que cualquier amante de las cosas bellas y, sobre todo, de la decoración náutica y marinera, estará orgulloso de exhibir en su escritorio o en el tablerao de una consola. Este prestigioso objeto está fabricado en aluminio de alta calidad con un magnífico acabado pulido.Redescubra el placer de tener un reloj analógico, incluido el segundero para los segundos, y sobre todo un objeto excepcional sobre el tema de los barcos mercantes del pasado.