Portavelas Grace de Eiccholtz con acabado desgastado

Cree un contraste llamativo en un entorno contemporáneo incorporando un objeto que sea a la vez clásico y, sobre todo, excesivamente desgastado y corroído. Es el caso de este gran portavelas de 50 cm de altura, que adopta la forma de un grueso cuenco de cristal que sigue la silueta de una campana de cristal instalada boca abajo sobre un trípode de latón, con un acabado extremadamente envejecido en el que el latón está corroído, roído y erosionado por el tiempo.  La arena blanca le permite instalar velas grandes y anchas de forma estabilizada, que además de ser magníficamente decorativas, ofrecen una larga vida útil. Grande, de gran calidad y con un estilo que evoca el pasado de forma nostálgica y artística, este portavelas de Eichholtz será una pieza importante y destacada de su decoración interior y le permitirá tener una luz de ambiente con un espíritu poético y un estilo romántico.