Estos tres pisapapeles de cristal parecen pelotas de golf. Con tres tamaños diferentes, constituyen un bello conjunto decorativo, ya sea para adornar su escritorio, para engalanar una estantería de su biblioteca o para colocarse con elegancia en su mesa de café. Puede, como su nombre indica, utilizarlos como pisapapeles, aunque su vocación es claramente más estética que utilitaria. Estas esferas de cristal se caracterizan por su aspecto cristalino y su superficie alveolada, similar a la de las pelotas de golf. Para las pelotas de golf, estos alvéolos tienen una función esencialmente aerodinámica, pero para los tres pisapapeles de cristal, sería mejor no probar lo que hacen estos alvéolos para ellos. Volviendo a las pelotas de golf, tienen una media de 432 hoyuelos y estos mejoran su sustentación (permanecen en el aire más tiempo) así como su resistencia al arrastre (la fuerza del aire que se opone a la pelota y define una estela tras ella (como un cometa)). Pero volvamos a nuestros pisapapeles, que, debido a la multitud de estos alvéolos dibujados en su superficie, ofrecen llamativos efectos de reflexión y refracción cuando una fuente de luz está en su proximidad. Una gran idea de regalo de Eichholtz.
Desde el antiguo Egipto, el vidrio ha fascinado a la gente por su transparencia, especialmente en el caso del vidrio fabricado por artesanos sopladores de vidrio. Estos calientan una bola de vidrio en el extremo de una caña, soplan en ella para que se hinche, mientras la hacen girar y le dan diversas formas con herramientas. El vidrio puede trabajarse a temperaturas muy altas, como el metal, y luego se vuelve muy duro y quebradizo cuando se enfría. Tanto si se trata de cristal como de vidrio hecho a mano, Eichholtz ha asumido este saber hacer colaborando con los mejores talleres de vidrio para ofrecernos luminarias y objetos decorativos magníficamente realizados en vidrio y cristal claro, es decir, transparentes.