A medio camino entre una escultura moderna y un lujoso objeto decorativo y artístico, esta creación de Eichholtz adopta la forma de un cilindro de mármol blanco, de 36 cm de altura y unos 14 kilos de peso, con una profunda ranura que recorre su superficie exterior a lo largo de su perímetro en diagonal y un borde superior ampliamente biselado. Esta escultura contemporánea, con su superficie finamente pulida y su delicado jaspeado gris, aportará su belleza natural, mineral y expresiva a su hogar, tanto si la coloca en su mesa de centro, en la parte superior de una consola, en la repisa de su chimenea o en una estantería. Con Eichholtz, el mármol vuelve a ser un material de tendencia utilizado como objeto ornamental, tablero sde muebles o bases de lámparas para crear ambientes chic, elegantes, naturales, refinados y lujosos.
El mármol blanco es un material noble que se ha utilizado desde la antigüedad y siempre se ha percibido como un símbolo de lujo y grandeza. Hoy en día, se utiliza de forma menos arquitectónica en nuestros interiores en forma de muebles, iluminación y objetos decorativos. Es un material pesado y frágil que necesita ser elaborado con mucho cuidado para revelar todo su esplendor. Esto es exactamente lo que nos ofrece Eichholtz con sus numerosas creaciones en las que el mármol blanco, a menudo veteado de gris, se utiliza aquí en forma de tablero de mesa o allí en forma de base de lámpara. En comparación con otros colores de mármol, que a veces tienen patrones especialmente ricos y sofisticados, el mármol blanco es sumamente elegante y fácil de integrar en su decoración sin riesgo de resultar exageradamente ostensible.