Objeto decorativo Ammonite de Eichholtz (set de 2)

Las amonitas, que son fósiles del medio marino de la Era Secundaria, son moluscos con conchas cloisonadas y enrolladas, pertenecientes a la clase Cephalopoda. Su estudio es una cuestión de paleontología, ya que estos animales desaparecieron de la Tierra al final de la era mesozoica, más o menos al mismo tiempo que los dinosaurios, hace 65,5 millones de años. Estos fósiles estratigráficos también desempeñan un papel importante en las posibilidades de datación bioestratigráfica (estudio de la biología de las capas sedimentarias de la superficie terrestre).  El enrollamiento de sus conchas y su ornamentación son característicos. Este objeto simboliza, por tanto, toda la historia de nuestra vieja y buena Tierra y, sin duda, el misterio de nuestros orígenes. La paleontología, al igual que la astronomía, contiene una parte de misterio que puede ser aprehendida tanto de forma científica como poética. La construcción de las conchas de amonita respetó escrupulosamente las lecciones de la geometría trascendental, al asentarse perfectamente en el eje de una espiral logarítmica, mucho antes de que el célebre Napier elaborara sus famosas tablas de logaritmos neperianos en 1614. El nombre de la amonita proviene del dios griego Júpiter Amón representado bajo la forma de un carnero, por el parecido de la amonita con la forma de los cuernos de este animal. Eichholtz nos ofrece dos esculturas sobre bases totalmente dedicadas a las amonitas, con una representación estilizada en latón dorado que presenta un corte transversal de la concha, con un efecto de relieve y profundidad directamente inspirados en los fósiles de ammonitas. El generoso tamaño de estas dos esculturas le permite colocarlas en un mueble o estantería donde su estilo prehistórico añadirá un toque extra de originalidad a su hogar a la vez que despertará el interés y la curiosidad de sus amigos e invitados.