Con sus pequeñas dimensiones, las pantallas Vasari son especialmente adecuadas para la decoración de lámparas de araña y de pared. Este modelo, con un diámetro de sólo 11 cm (9 cm en la parte la más estrecha), es una pantalla de estilo clásico con un revestimiento de tejido plisado de algodón (60 %) y poliéster (40 %), en color blanco. Estas pantallas cónicas de tela plisada le permiten añadir un toque romántico a su luminaria, ya sea de estilo retro o contemporáneo. Este modelo tiene un revestimiento interior blanco con un acabado satinado para una óptima difusión de la luz.
El blanco es un color tranquilizador, brillante y zen. Si bien no es recomendable crear un ambiente decorativo compuesto enteramente por elementos blancos, saber incorporar algunos elementos blancos a su entorno puede aportar un toque original y muy positivo a su habitación, gracias a su imagen de pureza universal y a su excepcional luminosidad por definición. El blanco es intemporal y combina magníficamente con las nuevas tendencias, como el minimalismo, el estilo escandinavo y el diseño. Cuando se utiliza en las paredes, este color amplía visualmente el espacio, añade luminosidad al no absorber la luz y realza los colores, texturas y materiales circundantes con los que no compite. Fresco, refinado, urbano, el blanco puede armonizar con la madera, la tela, el metal, el ratán, el mármol, es claramente el color básico más universal. Eichholtz aprovecha la belleza inmanente del color blanco para ofrecernos numerosos objetos, a menudo de gran tamaño, que en este color aportan todo su simbolismo y frescura a nuestros interiores.