A medio camino entre el estilo colonial y la silueta de la Belle Époque, esta encantadora mesa auxiliar se distingue por la belleza y sofisticación artística de su trabajo de cestería artesanale. Combinando ratán y mimbre, juega sutilmente con las formas y las texturas, siempre en tonos naturales y claros, que le da una apariencia chic y de ligereza, de delicadeza artística y una encantadora feminidad. El ratán y el mimbre, después de haber caído un poco en desuso, vuelven a estar de actualidad gracias a su belleza natural y su robustez, estos materiales están más de moda que nunca. Representan una vuelta a nuestras raíces, que cada vez necesitamos más, y al mismo tiempo implican un consumo responsable y sostenible. Con la mesa Saba, este regreso a un mundo que reinventa y recrea una verdadera conexión con la naturaleza se realiza de forma especialmente brillante y acertada, gracias a la alta calidad del trabajo de cestería. El grueso tablero superior está hecho de un trenzado fino y llamativo, utilizando una técnica de tejido idéntica a la que se utiliza en un telar para las telas, con una malla de tres hebras paralelas, con un diseño resultante es denso, ajustado y perfectamente marcado. Las cuatro patas están completamente cubiertas con una técnica de espiral cosida, así como los travesaños horizontales que forman el marco de la bandeja de la entrepierna instalada en la parte inferior de la mesa. Esta estructura principal se complementa maravillosamente con ocho montantes adicionales también recubiertos con la misma técnica de embellecimiento, y cada esquina formada se viste con una rejilla de malla de diamante hecha también con hebras de mimbre colgadas ingeniosamente en los montantes que las enmarcan. Para completar esta construcción, ya de por sí muy estética, el cestero ha añadido cuatro grandes frisos formados por una sucesión de anillos de ratán claro, instalados bajo el tablero superior entre cada poste interior, que constituyen un elemento de acabado audaz y sofisticado, que marca el alto nivel de calidad buscado y la madurez artística del conjunto. Las bases de las cuatro patas están ligeramente arqueadas hacia fuera y reforzadas con finos aros que forman unos exquisitos puntales de refuerzo al unirlos entre sí. La artesanía y el arte de la mesa Saba de Eichholtz la convierten en un mueble excepcional para su hogar, que con sus dos tableros superpuestos y su inusual altura de 77 cm, será ideal para acoger arreglos florales, exponer grandes elementos decorativos o como mesa auxiliar y de servicio para complementar su mesa principal, ya sea en su comedor o en su terraza. Añada un toque de encanto tropical, rústico, romántico y natural a su hogar con esta excepcional creación de cesteria artesanal.