Asentada sobre una gruesa losa circular de mármol negro pulido y brillante, la base cilíndrica de la lámpara Dix de Eichholtz tiene una superficie perforada en la que cada espacio sin material adquiere una forma y un tamaño diferente, creando un efecto de textura casi orgánico y totalmente asimétrico. Este tipo de composición gráfica se encuentra más en el mundo de las esculturas abstractas sobre metal o en la creación de ciertos tabiques artísticos en el mundo de la arquitectura de alto nivel. Este soporte está hecho de metal, con un acabado en bronce oscuro y una presentación llena de agujeros, que prácticamente permite ver a través de él. El material utilizado para el diseño de este cilindro permite ver un cierto espesor en los bordes de cada abertura irregular, lo que hace que el conjunto aparezca y sea más macizo y, por tanto, artístico. En cualquier caso, se trata de un hermoso ejercicio de estilo, muy inspirado en ciertas creaciones de los años 60 y 70, cuando este tipo de desestructuración de las formas estaba muy de moda. Esta lámpara vintage está coronada por una gran pantalla cilíndrica de color negro intenso en el exterior y con un revestimiento dorado claro en el interior para una perfecta difusión de la luz de la lámpara. Aunque su aspecto intrínseco es vintage, esta lámpara también encajará bien en una decoración moderna, ya sea en su salón o en su dormitorio.