El estilo Bauhaus, al que hace referencia esta lámpara de pared de Eichholtz, es un movimiento de estilo alemán, o más exactamente, uno que se originó en 1919 bajo la República de Weimar y fue iniciado por el diseñador Walter Gropius. Para la pequeña historia la escuela de enseñanza de este movimiento que se instala en Berlín será cerrada por los nazis en 1933 que le reprocharán ser un "Arte degenerado" lo que tendrá por consecuencia el exilio de sus principales promotores en los Estados Unidos. La Bauhaus marcó la transición de un expresionismo emocional a un diseño más racional, concreto y funcional, sobre todo queriendo borrar la barrera considerada arrogante entre el artista y el artesano. Como las consideraciones políticas de la época eran participar en la reconstrucción del país, este enfoque ideológico respondía a un ideal a la vez práctico, necesario y pragmático. La expresión del arquitecto estadounidense Louis Sullivan, "la forma sigue a la función", que significa que la forma de un objeto debe privilegiar siempre su función sobre su atractivo estético, resume perfectamente el enfoque de este estilo. Hoy en día, también hablaríamos de minimalismo, y este es el enfoque que refleja esta lámpara de pared, que no se priva de cierto esteticismo gracias al uso de un material especialmente apreciado en el mundo de la iluminación: el alabastro. Este aplique perfectamente funcional adopta la forma de un soporte metálico con acabado en bronce oscuro, sobre el que se instala un ladrillo de alabastro paralelepipédico, por tanto de color blanco, sostenido por dos arcos de sección rectangular, también con acabado en bronce antiguo, ladrillo de alabastro a través del cual se difunde de forma suavizada la luz emitida por la bombilla instalada en el interior de esta pantalla geométrica y funcional. Gracias a sus propiedades relativamente poco opacas, el alabastro crea un bello efecto estilístico, creando una fina gradación luminosa, intensa desde el punto central de difusión de la luz y atenuándose a medida que se aleja de él. Si le gustan los planteamientos minimalistas y la humildad estilística de la Bauhaus, con un cierto espíritu masculino, le resultará interesante completar la decoración de su interior, sobre todo en un estilo de diseño y puro, con esta lámpara de pared, que también está disponible en una versión L con una mayor dimensión por su altura. El uso de dos lámparas de pared instaladas a ambos lados de un espejo de diseño también aportará a su interior un toque de diseño original, minimalista y moderno, a la vez que paradójicamente lujoso.