Síntesis perfecta de minimalismo absoluto y del lujo, esta lámpara de pared de Eichholtz se inspira en el estilo y la filosofía del Bauhaus, un estilo de origen germánico, nacido de hecho durante la República de Weimar en 1919, en el que lo concreto y lo funcional debían primar absolutamente sobre la lógica emocional en la creación de objetos, incluida la ornamentación. En este sentido, la forma del objeto debe seguir simplemente la función que se espera de él sin más adornos y de forma que cumpla la función con la mayor eficacia. Este minimalismo desenfrenado se implementa aquí con una reinterpretación de Eichholtz, es decir, con una juiciosa elección de materiales. El soporte de pared metálico con acabado en latón dorado sostiene la unidad de iluminación y proporciona un soporte en el que se encaja la pantalla. La pantalla está hecha de una gruesa losa de alabastro, un material mineral que deja pasar parcialmente la luz y la suaviza, cumpliendo así su función. El alabastro se ha utilizado desde la antigüedad para la creación de esculturas, joyas y, más recientemente, para la iluminación. La fuente de luz colocada detrás de la placa de alabastro, al encenderse, revela los efectos de jaspeado de este material, que también puede colorearse con tonos marrones, grises y anaranjados con un halo de luz difusa en una gradación muy estética. Si le gusta el estilo minimalista y de diseño, el aplique Mantra puede ser, sin duda, un accesorio de iluminación perfecto para colocar en un pasillo, en un vestíbulo, en el cuarto de baño a ambos lados de un gran espejo central, en su salón para aportar una iluminación complementaria a una pared. Un fino ejercicio de estilo de Eichholtz, que consigue conciliar el estilo Bauhaus con el diseño y el lujo más contemporáneos.