Alta y llena de grandeza, la lámpara de mesa Eldorado tiene una serie de gotas de vidrio transparente que encierran 9 luminarias brillantes, que combinan armoniosamente entre sí para crear una escultura de iluminación de ambiente. Inspirada en los lujosos telones de fondo de los glamurosos platós de cine negro de principios de los años 40 y en el atractivo intemporal de las lámparas de araña. Con sus tres niveles superpuestos en forma de cilindros concéntricos de cristal, esta gran lámpara de salón (96 cm) se asemeja a una fuente con tonos cristalinos y plateados. El alto grado de reflexión se consigue gracias al original perfil triangular con lados cóncavos de los elementos de cristal, que permite obtener magníficos efectos cromáticos. Suntuosa y muy lujosa, esta gran lámpara está dotada de 9 puntos de luz para crear tres anillos de luz correspondientes a los tres niveles de elevación de la lámpara. Una creación excepcional firmada por Eichholtz.
Desde el antiguo Egipto, el vidrio ha fascinado a la gente por su transparencia, especialmente en el caso del vidrio fabricado por artesanos sopladores de vidrio. Estos calientan una bola de vidrio en el extremo de una caña, soplan en ella para que se hinche, mientras la hacen girar y le dan diversas formas con herramientas. El vidrio puede trabajarse a temperaturas muy altas, como el metal, y luego se vuelve muy duro y quebradizo cuando se enfría. Tanto si se trata de cristal como de vidrio hecho a mano, Eichholtz ha asumido este saber hacer colaborando con los mejores talleres de vidrio para ofrecernos luminarias y objetos decorativos magníficamente realizados en vidrio y cristal claro, es decir, transparentes.