La lámpara de sobremesa Cologne L, aquí en una versión con un precioso acabado niquelado y pulido, se inspira en el estilo Imperio, cuyo nombre hace referencia al de Napoleón Bonaparte cuando adquirió todo el poder y quiso revivir el esplendor del Antiguo Régimen pero sin asumir el estilo. Aparecen así materiales ricos y caros y referencias a la Antigüedad con numerosas connotaciones bélicas y heroicas. Muchos evocarán una egiptomanía mezclada con los símbolos imperiales de la Antigua Roma. Fundidores de bronce como Thomire, Ravrio y Galle participaron activamente en la definición del estilo imperio a través de su trabajo. Estas inspiraciones son "lógicas" ya que este movimiento data de 1803 a 1821, es decir, después del final de las campañas de Egipto e Italia del emperador Napoleón I. Este estilo tiene algo de imponente y diplomático, con un cierto rigor de líneas rectas y un cierto hieratismo general, es decir, una impresión de solemnidad, reserva, dignidad, majestuosidad y seriedad, siempre realzada por el uso de los materiales más nobles y preciosos. Esto explica que el estilo Imperio se siga utilizando en todos los edificios que quieran inspirar una sensación de seriedad, rigor y lujo a través de su mobiliario y decoración, como algunos de los grandes hoteles clásicos o, por supuesto, las embajadas u otros edificios públicos de prestigio o diplomáticos. Añadir algunos elementos de estilo Imperio a su interior aporta la belleza escultórica y arquitectónica de la antigüedad con materiales nobles y suntuosos que crean una transición perfecta entre el Arte original y el lujo contemporáneo, una cierta manera de demostrar que se puede sucumbir al encanto del confort y el estilo más actuales sin desconectarse de una belleza artística intemporal e intangible, primitiva y esencial, a la que se permanece perfectamente conectado. Es toda la belleza, el esplendor y los valores que Eichholtz nos ofrece a través de la lámpara Cologne en forma de columna inspirada en el mundo arquitectónico de la antigua Roma, con un fuste formado por varios elementos sucesivos de diferentes diámetros y adornado con molduras salientes o empotradas, que resaltan perfectamente el acabado de níquel plateado pulido. La base del pie dela lámpara adopta una forma cuadrada y escalonada, mientras que la parte superior de la columna está adornada con una cornisa de cuatro lados, también con un espíritu arquitectónico muy "imperial". Esta lámpara de salón va acompañada de una pantalla troncocónica de tejido de terciopelo negro, perfectamente acorde con el espíritu de lujo, elegancia y esplendor que se busca.