Lujosa y gran suspensión en cristal sintético en forma de un diseño y montaje muy estético de collares hechos de anillos cristalinos y formando una gran bola de reflejos y luz. La parte central alberga un ramillete de cuatro luces luminosas. Según el tipo de bombillas utilizadas, obtendrá una representación más o menos cálida, con miríadas de reflejos dorados o, por el contrario, matices opalescentes. Esta suspensión, que se utiliza sola o en ramos, se distingue por su aspecto cristalino, sus formas fluidas y enmarañadas, así como por sus dimensiones inusuales. Una luminaria excepcional de Eichholtz, como las que utilizan los grandes diseñadores de interiores para resaltar y enfatizar el lujo y la belleza de una habitación.
Desde el antiguo Egipto, el vidrio ha fascinado a la gente por su transparencia, especialmente en el caso del vidrio fabricado por artesanos sopladores de vidrio. Estos calientan una bola de vidrio en el extremo de una caña, soplan en ella para que se hinche, mientras la hacen girar y le dan diversas formas con herramientas. El vidrio puede trabajarse a temperaturas muy altas, como el metal, y luego se vuelve muy duro y quebradizo cuando se enfría. Tanto si se trata de cristal como de vidrio hecho a mano, Eichholtz ha asumido este saber hacer colaborando con los mejores talleres de vidrio para ofrecernos luminarias y objetos decorativos magníficamente realizados en vidrio y cristal claro, es decir, transparentes.