Espejo Quinn con acabado de acero pulido de Eichholtz

De espíritu y estilo muy contemporáneo y joven, este gran espejo (85 x 85 cm) sirve también de original adorno de pared. El espejo cuadrado, con abundantes bordes biselados, está colocado en el centro de un marco de cristal ahumado, permitiendo así que se vea la pared en la que está colocado, con esquinas elegantemente redondeadas. Los tubos cilíndricos, de acero pulido envejecido, se colocan en la parte delantera y trasera del espejo como elementos estructurales y de refuerzo, aportando un pequeño toque indus y retro al conjunto. Este espejo será un compañero perfecto para complementar una consola, por ejemplo, una consola de la gama Quinn, o ocupar un lugar en la pared detrás de un sofá. Una creación contemporánea ideal de Eichholtz para dar un nuevo aspecto a su interior y decorar la pared que desee con un adorno atrevido.