Esfera armilar plateada Eichholtz Ø 16 cm

Magnífica y pequeña esfera armilar cromada. Originalmente se llamaba la esfera de Ptolomeo, quien en el año 140 construyó un primer modelo que reproducía la trayectoria de los cuerpos celestes en forma de representación mecanizada del cielo. Esto representaba el globo en el centro del mundo. En el año 1500, Copérnico situó el Sol en el centro de la esfera armilar... Esta esfera también se convirtió en el símbolo emblemático de la astronomía y el conocimiento. A la vez instrumento pedagógico e instrumento de medida, la esfera armilar se convirtió hoy también en una de las piezas ornamentales más apreciadas que hay en una gran biblioteca o para adornar un escritorio. Con este modelo de Eichholz, ponga el mundo entero a su alcance con este elegante globo terráqueo calado. Con su detallado grabado del zodíaco, el eje y el pedestal con el zócalo negro, este globo terráqueo grande con acabado niquelado brinda personalidad a cualquier estante, escritorio o mesa.Como siempre ocurre con Eichholtz, la belleza de este objeto ornamental se ve realzada por la especial atención a los detalles y la calidad de la mano de obra y el acabado. Una magnífica idea de regalo cuyo valor simbólico no escapará a los amantes de la ciencia y la historia.

La esfera armilar es un instrumento astronómico conocido desde la antigüedad. En aquella época existía una ciencia mecánica aplicada a las cosas del cielo, la esferopea, sobre la que se dice que Arquímedes escribió un libro. Por lo que sabemos, la esferopea consiste principalmente en la fabricación de esferas de demostración armilar. El astrónomo griego Ptolomeo describe este tipo de esfera (a la que llama "astrolabio") en el siglo II de nuestra era, en el libro V de su famoso Almagesto; no obstante, juzga severamente a los que practican la esferopeya, precisando que "los que construyen esferas están en falta con respecto a las hipótesis, no representan más que la apariencia y no el fundamento, de modo que dan más bien allí una demostración de su arte y no de las hipótesis". En la época de Ptolomeo, la esfera armilar no sólo se utilizaba habitualmente como herramienta pedagógica en la enseñanza de la astronomía esférica, sino que también se había convertido en un instrumento para observar el Sol, la Luna, los planetas y las estrellas, y para medir directamente las coordenadas celestes, aunque su precisión era muy media si era pequeña.