Escultura Horse Rodondo de Eichholtz

El Caballo Rodondo está hecho de aluminio y tiene una base rectangular. Esta bella escultura queda perfecta en una repisa, una mesa consola o un aparador. Su acabado de bronce envejecido tiene un ligero brillo y se ajusta a una estética tradicional. El caballo es el animal más representado en términos de escultura, que se convirtió en un verdadero ejercicio de estilo para los escultores durante el Renacimiento. Leonardo da Vinci dedicó mucho tiempo a estudiar y transcribir para crear el caballo perfecto, aunque sólo sus bocetos han sobrevivido a los tiempos, ya que la escultura que previó nunca vio la luz. La escultura de animales de Eichholtz es, por definición, intemporal, con un magnífico nivel de detalle y un convincente acabado en bronce. Colocar una escultura de caballo en el salón o el despacho representa simbólicamente una conexión personal con la naturaleza, un fuerte sentido de la libertad y la pasión, el equilibrio entre el instinto y la disciplina o la impetuosidad del deseo. Eichholtz le ofrece esta magnífica escultura, que restituye perfectamente la belleza y la nobleza de este extraordinario animal.