Decore hasta el último rincón de su sala de estar o dormitorio con la decoración mural Tisara para lograr una decoración exuberante de estilo tropical. Esta impresionante palmera tallada presenta un acabado en blanco mate. El objeto perfecto para las esquinas de los espacios interiores temáticos. Si quiere dar un estilo arquitectónico grandioso a su dormitorio o sala de estar, o al interior de un gran restaurante o una tienda de prestigio, aquí tiene un gran adorno de esquina que puede ayudarle a conseguirlo. Tiene la forma de una gran palmera, que habría sido esculpida, con un acabado totalmente blanco. Con un enfoque artístico estilizado que recuerda a las obras de arte tradicionales y barrocas, la representación propuesta está adornada con una corona acampanada y dentada en la parte superior del tronco de la palmera y sus hojas están cinceladas a modo de grandes hojas de acanto. Este objeto de gran tamaño se entrega en tres partes que se ensamblan de forma muy sencilla, el tronco y dos bloques que forman el follaje. El material con el que está hecha esta creación tiene la ventaja de ser ligero a la vez que ofrece una excelente robustez, por lo que su manejo y su instalación se ven muy facilitados. El objeto se fija a la pared con soportes angulares, como un cuadro. Una gran ornamentación, al estilo de las que utilizan los arquitectos y diseñadores de interiores para hacer único un lugar y aportar un encanto particular, en este caso sin duda un encanto exótico.
El blanco es un color tranquilizador, brillante y zen. Si bien no es recomendable crear un ambiente decorativo compuesto enteramente por elementos blancos, saber incorporar algunos elementos blancos a su entorno puede aportar un toque original y muy positivo a su habitación, gracias a su imagen de pureza universal y a su excepcional luminosidad por definición. El blanco es intemporal y combina magníficamente con las nuevas tendencias, como el minimalismo, el estilo escandinavo y el diseño. Cuando se utiliza en las paredes, este color amplía visualmente el espacio, añade luminosidad al no absorber la luz y realza los colores, texturas y materiales circundantes con los que no compite. Fresco, refinado, urbano, el blanco puede armonizar con la madera, la tela, el metal, el ratán, el mármol, es claramente el color básico más universal. Eichholtz aprovecha la belleza inmanente del color blanco para ofrecernos numerosos objetos, a menudo de gran tamaño, que en este color aportan todo su simbolismo y frescura a nuestros interiores.