Lujosamente representado aquí en auténtico cuerno pulido y acero inoxidable con un acabado de níquel pulido en la base, este objeto decorativo simboliza la famosa cornucopia llamada así porque producía frutos y flores sin vaciarse nunca. Según la leyenda griega, Zeus, que había sido confiado por su madre a la cabra Amaltea, en las montañas de Creta, para que lo ocultara de su padre Cronos, rompió accidentalmente uno de sus cuernos. Para compensar, se aseguró de que este cuerno proporcionara eternamente a Amaltea todo lo que necesitara, llenándose de frutas y flores, sin vaciarse nunca. Así nació el cuerno de la abundancia. Como símbolo de prosperidad, fertilidad, riqueza y victoria, este objeto ha sido representado desde entonces de todas las formas posibles, ya sea como parte de una composición o por separado, como en el caso del lujoso ornamento de Eichholtz.
Tanto en los muebles como en la iluminación o en los objetos decorativos, la combinación de negro y plata con un acabado de níquel pulido es una de las recetas estilísticas favoritas de Eichholtz. Poner en escena un mueble o un objeto ornamental cuyo acabado principal sea el níquel plateado es una apuesta atrevida porque este acabado se asocia a un cierto espíritu llamativo y chascarrillo. Esta es la magia de los diseñadores de Eichholtz que han conseguido domar este acabado casándolo con el color negro para encontrar un equilibrio perfecto y sutil que nos ofrece creaciones de diseño, lujosas con la conservación de un estricto equilibrio.