Cuenco Darius de cristal turquesa de Eichholtz

Asemejándose a la silueta de una especie bentónica con una masa gelatinosa y colores fluorescentes, este cuenco de cristal soplado a mano adopta una forma orgánica asimétrica poco común con una elegancia casi abstracta. La fluidez de sus líneas es notable, con ricos matices de color distribuidos en torno a un único color de base, el azul turquesa. Este cautivador encanto, que uno imagina originado en un atolón de los Mares del Sur, servirá como un hermoso frutero o como un encantador centro de mesa con una sensualidad artística zoofita. Cada cuenco es absolutamente único ya que es el resultado de un proceso totalmente artesanal y es una verdadera obra de arte en vidrio soplado a boca y tintado en la masa. La hipnótica armonía de los colores y matices del azul turquesa hace de este objeto un precioso testigo del saber hacer artístico y técnico de los maestros vidrieros y de su arte ancestral, que ha atravesado los siglos hasta llegar a su casa.